
Una ciudad es el resultado de tres elementos fundamentales, una agrupación de personas, en un espacio delimitado, con una organización definida. La arquitectura, la política, la sociología, la economía y otras ciencias sociales, todas ellas estudian la interacción y funcionamiento de estos factores.
Agrupación de personas
En una definición moderna, se requiere más de un número específico de habitantes para llamar a un asentamiento humano, ciudad. La existencia de tantas personas en un solo lugar, es decir la relación agrupación-espacio delimitado, requiere de posteriores definiciones y factores a contemplar. Aquí entra la arquitectura en buena manera, pero sobre todo el tercer factor, la organización. De no existir este último podría decirse que no existe la ciudad, sino un asentamiento masivo de individuos.
Espacio delimitado
Una ciudad, por más grande o pequeña que sea siempre jugará con espacios y fronteras. A pesar de que hoy en día, las ciudades se derraman a través de territorios sumamente extensos, siempre existe el lugar que se puede declarar como “las afueras de la ciudad” Hasta el día de hoy no existe una ciudad-país ni un mundo-ciudad. Aún así, seguiría existiendo una delimitación clara por parte de los océanos o del planeta mismo. El tipo de espacio, sus características definirán el perfil de la ciudad y de la sociedad en gran manera. La sociedad también impactará su espacio a manera de desarrollo o metamorfosis. Aquí se insertan los recursos naturales de todo tipo. A saber, el agua y el alimento tienen suma importancia y fuerza en la relación con los otros factores.
Organización
No existe un solo tipo de organización de una sociedad para la existencia de una ciudad. Lo que es imprescindible es sin duda la organización misma. La complejidad o simpleza conllevarán a distintas formas de metrópoli, sea sofisticación, sea precariedad. Común denominador de las ciudades en la historia fue un recinto físico que materializó el elemento organizacional. Fuese una construcción religiosa, fuese política o social, la ciudad manifiesta siempre su tipo de dinámica a través de sus centros organizacionales. Se habla, entonces, del surgimiento forzoso de figuras sociales destacadas. El grupo puede o no tener fuerza política, poco importa, será un grupo de peso cuando menos en lo que respecta a esta temática.
Comunicabilidad
La relación de estos tres factores necesita de varios elementos para funcionar. Uno primordial es la comunicabilidad, ya sean signos o elementos lingüísticos, ésta, es condición sine qua non para la metrópoli. Si la agrupación humana no tiene posibilidad de comunicación, no podrá existir organización, y por tanto no habrá ciudad.
En una definición moderna, se requiere más de un número específico de habitantes para llamar a un asentamiento humano, ciudad. La existencia de tantas personas en un solo lugar, es decir la relación agrupación-espacio delimitado, requiere de posteriores definiciones y factores a contemplar. Aquí entra la arquitectura en buena manera, pero sobre todo el tercer factor, la organización. De no existir este último podría decirse que no existe la ciudad, sino un asentamiento masivo de individuos.
Espacio delimitado
Una ciudad, por más grande o pequeña que sea siempre jugará con espacios y fronteras. A pesar de que hoy en día, las ciudades se derraman a través de territorios sumamente extensos, siempre existe el lugar que se puede declarar como “las afueras de la ciudad” Hasta el día de hoy no existe una ciudad-país ni un mundo-ciudad. Aún así, seguiría existiendo una delimitación clara por parte de los océanos o del planeta mismo. El tipo de espacio, sus características definirán el perfil de la ciudad y de la sociedad en gran manera. La sociedad también impactará su espacio a manera de desarrollo o metamorfosis. Aquí se insertan los recursos naturales de todo tipo. A saber, el agua y el alimento tienen suma importancia y fuerza en la relación con los otros factores.
Organización
No existe un solo tipo de organización de una sociedad para la existencia de una ciudad. Lo que es imprescindible es sin duda la organización misma. La complejidad o simpleza conllevarán a distintas formas de metrópoli, sea sofisticación, sea precariedad. Común denominador de las ciudades en la historia fue un recinto físico que materializó el elemento organizacional. Fuese una construcción religiosa, fuese política o social, la ciudad manifiesta siempre su tipo de dinámica a través de sus centros organizacionales. Se habla, entonces, del surgimiento forzoso de figuras sociales destacadas. El grupo puede o no tener fuerza política, poco importa, será un grupo de peso cuando menos en lo que respecta a esta temática.
Comunicabilidad
La relación de estos tres factores necesita de varios elementos para funcionar. Uno primordial es la comunicabilidad, ya sean signos o elementos lingüísticos, ésta, es condición sine qua non para la metrópoli. Si la agrupación humana no tiene posibilidad de comunicación, no podrá existir organización, y por tanto no habrá ciudad.
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